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Abstract

En este alud de circunstancias, Panambí se publica con una mirada siempre centrada en la persona y ello dignifica al arte, que finalmente es en mi opinión la dimensión que agrega a la investigación una propiedad siempre cualitativa.

Cuando más que antes encontramos en entredichos la valorización de la investigación artística sostenida en la rentabilidad del indicador, en determinar el impacto como resultado de la mención, como una labor que debe ver resultados más desde el aspecto cuantitativo que cualitativo, la ciencia aparece en apoyo a la búsqueda de las certezas sociales y de salud que necesitamos, mientras el arte desde una de sus dimensiones se hace cargo de visibilizar la relevancia de la persona como eje de toda acción, más allá de los índices y no sólo en instancias de carácter investigativo como vemos acá, también siendo reflejo de la voz de la ciudadanía —en las calles, a través de los medios, en las escuelas y universidades—, de las personas y de una comunidad que este año verá en octubre la posibilidad de construir un diálogo social en conjunto, basado en condiciones de dignidad humana mínimas, que permitan el desarrollo de una sociedad más justa con un espacio para todos y cada uno.