ALTA DIRECCIÓN PÚBLICA LATINOAMERICANA: MARCHAS Y CONTRAMARCHAS
DOI:
https://doi.org/10.22370/rgp.2017.6.2.2207Palabras clave:
Alta dirección pública, Servicio civil, Reformas administrativas, América LatinaResumen
En América Latina son escasos los estudios que han abordado sistemáticamente los procesos de institucionalización de sistemas de alta dirección pública. Este artículo presenta un análisis actualizado de la situación de cuatro experiencias latinoamericanas (Argentina, Chile, México y Perú). Dada la inestabilidad de las políticas públicas en la región, resulta oportuno revisar dichas experiencias, para identificar posibles condicionantes y eventuales desafíos de la profesionalización de los altos directivos en la región. En particular, se exploran el grado de institucionalización del sistema de partidos, y los poderes constitucionales y partidarios del Presidente como posibles condicionantes estructurales de los itinerarios de reforma. Se concluye que estos determinantes institucionales por sí solos son insatisfactorios para explicar el derrotero de los cambios administrativos analizados, y que es necesario incorporar otras variables explicativas vinculadas a factores de agencia y culturas administrativas. Argentina entre 1935 y 1966. En específico, estudia la emergencia una mirada estatal nueva sobre los transportes modernos y su función pública, que cristalizó en la política aérea impulsada por el gobierno de facto (1943-1946). Las raíces de esta política se anclaban tanto en concepciones castrenses, alimentadas por el clima de previo a la Segunda Guerra Mundial, como en una serie de ideas discutidas por militares y civiles que encarnaron, durante la década de 1930, en el Estado. Esto ocurrió en un período de creciente intervención estatal en la economía y la sociedad que caracterizó esos años en la Argentina. Igualmente, se muestra que las líneas generales que emergieron de la normativa planteada en 1945 se convirtieron los principios en los que se apoyó la política aérea argentina posterior